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El Séptimo Crío es la seña de identidad del artista César Frey , firma creada en el año 2000 en sustitución de sus dos firmas anteriores y que a su vez fueron rupturas de diferentes etapas artísticas.

Nacido en Bruselas y de padres Asturianos, con 10 años vuelve a Piedras Blancas (Asturias) donde pasaría un año hasta establecerse en Mieres, un año más tarde.

Con tan solo 13 años gana su primer Concurso de dibujo a Carboncillo, esto acentuaría la curiosidad de este crío por las artes plásticas, que con los años se convertiría en obsesión hacia la pintura.

Tras un año curioseando y sumergido en la mezcla de color, toca todas las técnica de forma superficial y autodidacta (óleo, acuarela, pastel, etc..)

Con 14 años se sumerge en la Cultura Hip-Hop y decide centrarse en uno de sus 4 principales elementos, el Break Dance. A finales de ese mismo año gana su primer concurso de baile, su principal impulso para continuar en este movimiento cultural de por vida.

Su primer contacto con un bote de Spray lo tiene con 16 años en Torrevieja (Alicante), lugar de veraneo habitual donde realizaría varias pintadas, él mismo no las cataloga de Graffitis al uso, sino que dice, que se limitaban a siluetas de gran tamaño, sin relleno y a la aplicación de un solo color (negro), podríamos decir que se asemejaban mas a los primeros pasos de un boceto que a un Graffiti convencional actual.

Posteriormente y en años sucesivos se repetirían estos ensayos a varios tonos, año tras año y utilizando sprays industriales o de automóviles, ya que el mercado no ofrecía aún marcas comprometidas con el arte.

Poco después, se desploma la llamada 1ª revolución Hip-Hop, dejando la escena totalmente desnutrida de información cultural y de materiales.

A pesar de todo y guiado por los recuerdos gloriosos de la primera etapa de esta cultura en España y la imbatible técnica del Rey del Pop en esos años (Michael Jackson), logra ganar otros 4 campeonatos de baile más, el último, y contando ya con 21 años fue el final de una etapa intensa y el comienzo de otra, la inmersión en la pintura.

Durante esos últimos 7 años, el dibujo y la pintura estuvieron continuamente presentes, haciéndoles guiños constantes. Ese mismo año finaliza sus estudios de Delineante Industrial tras acabar otros estudios anteriores sin relación alguna con su gran pasión, la pintura.

De forma autodidacta, y aún con 21 años se pone al día en técnicas contemporáneas, diseño gráfico, rotulación, decoración y aerografía.

Todo se vio intensificado con la llegada de la llamada 2ª Revolución Hip-Hop, aunque no tardaría en desplomarse de nuevo pocos años mas tarde y dejar la escena artística con una representación mínima en las calles, a pesar de ello Frey crea la firma “JACKO 1998”, la cual sería su seña de identidad durante media década.

Aún con 21 años ejecuta su primera pieza en 3D íntegramente a 45º y 30º perfectamente definida, no cabe duda que sus estudios técnicos influyeron en el acabado y detalles de esta primera obra completa urbana y marcaría también gran parte de su creación posterior.

En años sucesivos combinaría su trabajo en estudios de arquitectura y en múltiples empresas con el diseño gráfico, aerografía, rotulación etc…
En 1997 la firma “JACKO 1998” fue sustituida como cambio drástico hacia una etapa mucho más comprometida y creativa.

En 1999 establece su domicilio en Torrevieja (Alicante) donde se vivía un auténtico estallido cultural callejero, sin duda ya había comenzado la 3ª revolución Hip-Hop desde hacía algún tiempo en la costa Este española, para entonces, todos sabían ya, que este movimiento estaba enraizado en la sociedad y había  llegado para quedarse definitivamente.

Este año fue crucial en los planes de Frey, sirvió de catapulta a su carrera artística gracias a los conocimientos adquiridos en Alicante junto con los miembros de la Crew “KST” (Krasy Style Titan), grupo que marcaría posteriormente nexos irrompibles tanto a nivel artístico como personal.

En 2000 se asienta en Logroño (La Rioja) donde sigue empapándose de diferentes técnicas, experiencia que tan solo pudo ofrecerle el contacto con distintas ciudades y estilos, para entonces ya había nacido su tercera firma y seña definitiva de identidad,  “El Séptimo Crío” fruto nuevamente del relevo y ruptura de otra etapa artística y de su segunda firma.

 Un año mas tarde vuelve a Asturias ya para quedarse, con el regreso, su principal preocupación era hacer llegar textos y escritos reivindicativos a la mayoría del público mediante el Arte Urbano, fue sin duda una etapa marcada por inquietudes sociales constantes.

De inmediato comprobaría que la gente no se detenía a leer grandes escritos si no les llamaba la atención algo más, por lo tanto se puso manos a la obra y crea los grandes murales con técnica realista, sin duda esto aportó un gran cambio, la gente no solo se detenía a ver esos enormes Graffitis , sino que leían íntegramente esos grandes textos que “El Séptimo Crío” añadía en sus laterales, se había cumplido el objetivo que tantos quebraderos de cabeza le habían creado y que perseguía el poder comunicarse directamente con la calle y sin censuras de ningún tipo, sin saberlo, había creado un estilo propio donde el arte no era el único actor de la obra y donde la calle era una plataforma de expresión sin censuras, la frase “ Mientras los medios de comunicación y los Gobiernos sigan mintiendo, las paredes seguirán hablando ”, seguía viva. Cierto es que en esos años utiliza la pintura como modo de expresión social, aunque poco después el interés por la pintura se equipararía al de la comunicación escrita.

Desde el año 2000 al 2010, su vida se podría resumir en una constante repetida año tras año, y basada en una obsesión enfermiza por la pintura, que le fuerza a cambiar por necesidad de modo de vida a finales de esta década.

Llega a estar completamente inmerso en el mundo del arte, aún así no deja de lado sus convicciones sociales de compromiso con los eslabones más débiles y hace continuas colaboraciones y cesiones de obras sin ánimo de lucro en diferentes actos.

A partir del año 2003, solicitan su colaboración Asociaciones de todo tipo, Coordinadora de ONG, múltiples Ayuntamientos , Tribunales Populares, Partidos políticos, Centros culturales, Galerías de arte, Fundaciones, Universidad Laboral y Popular, Santuarios y Catedrales , Penitenciarias, Centros educativos, Empresas privadas varias y empresas de diseño,  medios de comunicación ( Televisión, radio y prensa escrita ), así como Centros de arte y exposición, Jurados de eventos relacionados con el arte, colaboraciones y apariciones en ediciones de libros de pintura y de fotografía , exposiciones conjuntas etc…

Entre sus logros profesionales tan solo destacaremos seis en este apartado “Biografía”, el resto se podrán encontrar en el apartado “Galería” de esta misma página Web:

1)  Ganador del Concurso Nacional de Graffiti “ Derrame Rock ” en 2003.

2)  Homenaje a su trayectoria artística en 2007.
     En ese acto, realizó en vivo el retrato de la niña Afgana de National Geographic, su primer lienzo íntegramene con técnicas de spray. Posteriormente estuvo expuesto en el Antiguo Jovellanos de Gijón.

3) Primera obra realizada con Técnicas de Spray en entrar en una Catedral, concretamente en el Arzobispado de la Catedral de Oviedo. Posteriormente trasladada al Museo de Bellas Artes del Santuario de Covadonga en 2008.

4)  Ejecución del Mayor Retrato en calidad Hiperrealista de la historia. Imagen cedida por el futbolista David Villa en 2010. Sus dimensiones tienen una longitud total de 44 metros por 5 metros.

5)  Ganador del concurso de pintura Miguel Hernandez en 2010.

6)  En 2010 ejecuta su primer trabajo para la multinacional Coca-Cola y también para el Gobierno del Principado de Asturias

Por motivos obvios, gran parte de las obras de “El Séptimo Crío” no serán incluidas en esta Página Web.
También se han omitido numerosos datos, fechas, nombres propios, lugares  y firmas personales y de terceras personas.

Todos los murales y obras de “El Séptimo Crío” están dedicados casi en su totalidad a la moral limpia de los niños, fuerza impulsora del Arte Urbano, siendo un recordatorio de que los únicos culpables de no mantener esa moral íntegra, somos todos nosotros junto con nuestra sociedad globalizada y su educación materialista.  

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